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¿Qué hacer si el cepillo del baño tiene moho?

moho en exfoliantes de baño Es un problema común, ya que los ambientes húmedos fomentan el crecimiento de moho. La limpieza o el reemplazo de un exfoliante de baño con moho depende de la gravedad del moho y del material del cepillo.

1. Intente limpiar (para manchas leves de moho)


Preparación:
La seguridad es lo primero: use guantes de goma para proteger sus manos.
Ventilación: Asegúrese de que el baño o el área de trabajo esté bien ventilado (abra un extractor de aire o una ventana).
Limpieza de las cerdas: Primero, enjuague vigorosamente las cerdas debajo del grifo para eliminar la mayor cantidad posible de esporas de moho, suciedad y cabello.
Elija un método de limpieza (cualquiera):

Método 1: remojo en vinagre blanco (ecológico y seguro)
Vierta suficiente vinagre blanco (el vinagre de mesa normal servirá) en un balde o recipiente para cubrir el cabezal del cepillo.
Sumerge completamente el cabezal del cepillo en el vinagre.
Remoje durante al menos 1 a 2 horas, o durante la noche (4 a 8 horas) para manchas graves de moho. La acidez del vinagre mata el moho y disuelve la mancha. Después del remojo, retire el cepillo y frote vigorosamente el área con moho con un cepillo de cerdas duras (como un cepillo de dientes viejo).
Finalmente, enjuagar abundantemente con abundante agua.

Método 2: Remojar en solución de lejía (vigoroso, pero con cuidado)
Este método solo es adecuado para cepillos fabricados con materiales resistentes a la lejía, como plástico y nailon. Los mangos de madera, metal o revestidos podrían dañarse.
En un recipiente, mezcle una parte de lejía doméstica con diez partes de agua fría (por ejemplo, 1 taza de lejía por 10 tazas de agua). No utilices agua caliente, ya que debilitará el efecto blanqueador y producirá vapores nocivos.
Sumerja parcialmente el cabezal del cepillo en la solución de lejía diluida.
Remoje durante 10 a 30 minutos (no lo haga por mucho tiempo para evitar dañar las cerdas).
Después de quitar el cepillo, frote el área con moho con un cepillo de cerdas duras.
Lo más importante: enjuague el cepillo repetida y minuciosamente con abundante agua para asegurarse de eliminar todos los residuos de lejía. Los residuos de lejía pueden irritar la piel. Advertencia: ¡Nunca mezcle lejía con otros agentes de limpieza como vinagre y amoníaco, ya que esto puede producir vapores tóxicos!

Método 3: pasta de bicarbonato de sodio (eliminación de manchas leves)
Mezcle bicarbonato de sodio con una pequeña cantidad de agua para formar una pasta espesa.
Aplique la pasta de bicarbonato de sodio al cabezal y mango del cepillo mohoso.
Déjelo reposar de 30 minutos a 1 hora.
Frote vigorosamente el área mohosa con un cepillo de cerdas duras.
Enjuague bien con agua limpia. El bicarbonato de sodio tiene un efecto absorbente y ligeramente abrasivo, por lo que es adecuado para manchas de moho menos graves o como limpieza posterior.

Método 4: Limpiadores de moldes especializados
Existen aerosoles o espumas disponibles comercialmente formulados específicamente para eliminar el moho (como limpiadores de baño que contienen hipoclorito de sodio o peróxido de hidrógeno).
Siga las instrucciones del producto, generalmente rociando el área con moho con el limpiador y dejándolo reposar durante un período de tiempo (por ejemplo, de 10 a 15 minutos).
Frote con un cepillo de cerdas duras.
Enjuague bien con abundante agua limpia.

Después de una limpieza profunda:
Independientemente del método de limpieza utilizado, enjuague bien para asegurarse de que no queden restos de detergente.
Seque bien: ¡Este es el paso más crítico para evitar que regrese el moho!
Agite vigorosamente para eliminar el exceso de agua.
Cuelga el cepillo boca abajo en un área seca y bien ventilada (como en un gancho en la ducha, pero no en un rincón oscuro y húmedo).
Asegúrese de que el cabezal del cepillo mire hacia abajo para que el agua no se acumule en la base de las cerdas o donde se une el mango.
Si es posible, guárdelo en un lugar soleado, pero sin luz solar directa (la luz solar tiene un efecto esterilizante). Evite la exposición prolongada a la luz solar directa, ya que esto puede degradar el plástico y hacerlo quebradizo.
Asegúrese de que el cepillo esté completamente seco antes de reutilizarlo o guardarlo.

2. Determinar si es necesario reemplazarlo (cuando la limpieza sea ineficaz o indeseable)


Moho profundo: si el moho ha penetrado profundamente en las cerdas, el interior del mango (especialmente los mangos de madera) o si el plástico está muy descolorido, incluso si la superficie está limpia, es posible que todavía haya una gran cantidad de esporas de moho en el interior, lo que hace que sea difícil eliminarlas por completo y que sean insalubres para un uso continuo. Cerdas muy dañadas: El proceso de limpieza (especialmente con lejía) o el propio molde pueden hacer que las cerdas se vuelvan duras, quebradizas, se rompan o se deformen, reduciendo significativamente su eficacia de limpieza.
Olores no eliminables: Si un cepillo todavía tiene un olor desagradable o a humedad notable después de limpiarlo y secarlo completamente, indica una contaminación severa por moho y debe ser reemplazado.

3. Evitar que los cepillos del baño vuelvan a tener moho


Enjuague bien: después de cada uso, enjuague las cerdas bajo el grifo para eliminar los restos de jabón, las escamas de piel y otros residuos.
Agitar bien: Después de enjuagar, agitar vigorosamente para eliminar el exceso de agua.
Colgar boca abajo para secar: ¡este es el paso más importante! Después de cada uso, cuelgue el cepillo boca abajo en un área bien ventilada y relativamente seca (como un gancho en la barra de la ducha o un gancho con ventosa en la pared). Evite colocarlo plano en una jabonera donde se acumula agua o en un rincón oscuro y húmedo.
Elija un lugar ventilado: cuelgue el cepillo en un área del baño bien ventilada y menos húmeda (lejos de cabezales de ducha directos). Limpieza profunda periódica: incluso si no hay manchas evidentes de moho, debes remojar y limpiar tu baño con una solución de vinagre blanco o bicarbonato de sodio cada pocas semanas o un mes para esterilizarlo y prevenir el moho.
Considere la frecuencia de reemplazo: los cepillos de baño son artículos consumibles. Incluso con el cuidado adecuado, se recomienda reemplazarlos cada 3 a 6 meses para garantizar una limpieza e higiene efectivas.